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sábado, 24 de agosto de 2013

OFICINA FILOMENA :UNA VEZ, UNA VIDA

Hicimos un recorrido por algunas salitreras y visitamos algunas en mas profundidad, una de ellas es la Oficina Filomena que se ubica en la zona de Pampa Alta, en el kilómetro 154 del FCAB, próxima a la estación Solitario, muy cerca de la Oficina Perseverancia. Estar parado en una de las oficinas importantes de la epoca es impresionante ver la cantidad de metros cuadrados en donde funcionaba la industria y maquinaria, una muy bien lograda construccion en cuanto a murallas y soportes o pollos gigantes. Leyendo algunos articulos y buscando informacion a cerca de esta oficina encontramos unas cronicas que hizo un cronista de la epoca (1923) y estando alli parado ante la soledad y el desierto de la pampa se puede apreciar el movimiento que genero tal industria en esa epoca. El cronista pertenecia al diario Abece de esa epoca y relata en parte la vida de la oficina Filomena en su gran esplendor. Las fotografias pertenecen a lo que esta actualmente sobre la pampa, sin duda tuvo que ser una epoca muy esplendorosa.
“El 15 de marzo último las chimeneas de la Oficina “Filomena” amanecieron inactivas. Las máquinas se detuvieron en solicitud de reposo. Estaban cansadas, debilitadas y no producían lo que de ellas se exigía. Era necesario tonificarlas. Rápidamente empezó a hacerse la soledad en aquella parte el desierto salitral y “Filomena” antes toda actividad, bullicio y alegría, quedó desierta y abandonada. A fines de mayo último, o sea después de una quietud de tres meses, “Filomena” encendía sus luces para dar pago franco a un arsenal de herramientas y útiles manejados por expertos médicos que eran aplicados al organismo general, limpiándolo y extrayéndole lo malo, para reemplazar lo anticuado por lo moderno y necesario a fin de exigir con éxito una actividad futura tan gallarda como productora. Empeñados en las grandes reparaciones generales encontramos a todos los ingenieros, mecánicos, herreros, carpinteros, electricistas, etc. de la oficina, mientras que en la pampa se acopiaba con tesón el alimento que dentro de poco, habrán de ingerir las potentes y renovadas máquinas. Administrador de “Filomena” es el joven y preparado profesional señor Andrés Guic…conocíamos al señor Guic, nada menos que por referencias obreras llenas de alabanzas para su persona”. Aún cuando existía una pequeña plaza, rodeada de árboles, situada al centro de un gran cuadrado, especie de avenidas; lo realmente significativo era el ánimo de empleados, profesionales y obreros de la oficina por el reinicio de sus actividades. La impresión es de una armonía hacia el fin común de todos: que la oficina produzca lo que se tiene planificado. Aquello colmaría las expectativas de sus habitantes.
La Oficina “Filomena”, con una capacidad instalada de 24 cachuchos, trabajaba en el traslado del caliche hasta la máquina por medio de carros de doble línea (subida y bajada), arrastrados por medio de un winche eléctrico, usando para ello un plano inclinado, cuenta con dos motores gigantes, de manufactura italiana “Tosi”, acoplados a dos generadores eléctricos, americanos,”Westinghouse”. La sección calderos “consta de seis calderos “Tosi” los que una vez reparados quedarán en las más perfectas condiciones. La maestranza es de más o menos 1200 metros cuadrados y está dotada de toda la maquinaria necesaria para dar impulso a las reparaciones. La maquinaria es movida, parte con fuerza eléctrica, parte a vapor. Consta de secciones especiales para guardar los útiles y herramientas. Una sala de dibujo mecánico se encuentra anexada a la maestranza en sitio adecuado” (El Abecé, 31 de agosto de 1923). La Oficina “Filomena” mostraba conjuntos de edificios similares a la Oficina “Aconcagua”, como ser el teatro. Se destacaba, entonces, de esta Oficina, la biblioteca, que estaba al lado del teatro: “La biblioteca cuya instalación es muy digna de aplauso. Se trata de una sala construida especialmente para el uso que se le destinara; con dotación de muebles adecuados. Un amplio como elegante armario guarda no menos de seiscientos volúmenes de buenas obras, todas convenientemente empastadas y en magnífico estado de conservación. Una sección especial registra todos los diarios de la ciudad y la mayor parte de la República sin exclusión alguna de los diarios obreros de cualquier tendencia política o ideas que sustenten. Al centro de la sala de lectura se halla un escritorio o pupitre doble, para usarlo por ambos lados, y en los costados se han instalado escritorios unipersonales para que los obreros puedan utilizarlos en su correspondencia, etc. La cantidad de habitantes que tenia la Oficina Filomena era de 930 hombres y 570 mujeres, un total de 1500 habitantes. Las Oficinas Ausonia y Filomena dependían entonces de la Compañía Salitrera Lastenia de propiedad de Baburizza, lukinovic y cª (que se había constituido en 1918); según los registros, bajo esta denominación operaron hasta 1924, a partir de entonces lo harán formando parte de The Lautaro Nitrate Cº. Ltd., que a partir de junio 1925 se transforma en la más importante compañía salitrera de Antofagasta “al adquirir el pasivo y activo de la compañía de salitres de antofagasta, la más antigua e importante empresa salitrera de esa región. Recorriendo el lugar se encontraron piezas muy importantes y de gran calidad cultural y que aportaron al entendimiento de esa epoca, entre otras cosas un jarron de leche sin fondo,un cucharon y un espumador de loza. Algunas fotografias de los hallazgos encontrados.

miércoles, 7 de agosto de 2013

OFICINA ANITA, CANTON BOLIVIA O CANTON CENTRAL.

Rumbo a Antofagasta frente a Pampa Union existio una oficina llamada Anita y hoy son las ruinas de una historia que marco un movimiento salitrero junto con otras mas del mismo canton. Es una gran sorpresa descubrir unas ruinas que desde la carretera no se ven.El concepto de cantón se utilizó desde los inicios del ciclo salitrero en región de Tarapacá, durante las primeras décadas del s. XIX. Se trataba de pampas salitreras donde se instalaban diversas factorías para el beneficio del nitrato, entonces llamadas "paradas". Generalmente, como resultado de estas actividades industriales, emergía en las cercanías algún pueblo que ofrecía los servicios y comercio requeridos. Esos pueblos surgieron, a su vez, de las más antiguas paradas salitreras, ya que cuando se agotaba el caliche en el sector, los restos habitacionales de los rudimentarios campamentos iniciales se convertían en asentamientos estables. Así emergió, por ejemplo, el pueblo de La Noria, entre otros. Los cantones salitreros de la actual II región de Chile, fueron El Toco, Bolivia (también Central o El Loa), El Boquete y Aguas Blancas. Sus puertos de embarque fueron Tocopilla, Mejillones, Antofagasta y Coloso. En las estadísticas de la Asociación Salitrera de Propaganda, que reunía a los productores de nitrato, como veremos más adelante, figuraba cada cantón independiente uno del otro, como si representaran también distritos distintos, con excepción de los cantones El Loa y El Boquete que se incluían en el cantón Bolivia y el cantón Aguas Blancas, respectivamente. Lo mismo acontecía con el cantón de Taltal, que siempre fue considerado como otro distrito. Diferente era la situación de los cantones de Tarapacá que se sumaban todos para representar la producción total de esta provincia. Para una mejor comprensión de lo señalado, podemos tomar como ejemplo un registro de dicha asociación de productores de nitrato en pleno período de auge. El Cantón Central lo formaban las Oficinas Salitreras: Sargento Aldea, Puelma, Chacabuco, Aurelia, Lastenia, Carmela, José Santos Ossa, Ausonia, Leonor, Cecilia, Edwards, Aníbal Pinto, Candelaria, Luisis, Anita, María, Angamos, Curicó, Filomena, Concepción y Aconcagua; todas las cuales tenían sus propios ramales donde se embarcaba su producción que el FCAB trasladaba al puerto de Antofagasta desde cuyos muelles se enviaba el oro blanco a los distintos mercados nacionales e internacionales.
Insólito accidente de una niña. A días antes de la conmemoración del 21 Mayo de 1925, los pobladores de la oficina salitrera “Anita” del Cantón Bolivia, fueron los testigos de una tragedia de esas que a menudo solían suceder por esos lugares, donde por efecto del trabajo se requería el uso del explosivo quedando todos expuestos a ser victimas de cualquier azar del destino. Había en esa oficina un canal que estaba situado cerca de una sección de la pampa, que ocupada en explotación desde hacia mucho tiempo, pero sin que jamás se hubiera tenido que lamentar ninguna desgracia hasta que el día 19 la pequeña Lucia Calderón, pago con su vida el tributo al capitalismo. Los hechos sucedieron de la siguiente manera en las circunstancias que el barretero José Rosas hizo explotar un “callo”, con cinco y medio cartuchos de dinamita, en una calichera que estaba a una distancia mas o menos a 3.300 metros, entonces se desprendió una costra con tanta fuerza que se elevo por el espacio, yendo a caer en el sitio que se encontraban abriendo una puerta las niñitas Berta Calderón y su hermanita. Lucia. La mayor resulto levemente herida del brazo izquierdo, y la menor la muerte trágica… horrorosa situación, pues la costra le pego en la cabecita destrozándosela en gran parte. La niña Berta al ver la desgracia corrió en busca de sus padres para darle la triste nueva. El padre corrió desesperado, y medio loco por el gran dolor; en seguida salio en busca del causante de la muerte de su hijita, haciendo responsable en su desesperación al jefe de sección don Juan Castillo, el que no tenía culpa alguna. Evitaron que el angustiado padre cometiera una torpeza desencadenando en otra desgracia. Al lugar del suceso llegaron un capitán de Carabineros, y la autoridad judicial alzando el sumario de estilo. Quedando consternado el campamento de “Anita”.
ALGUNOS HALLAZGOS: Encontramos algunas cosas que tuvieron alguna vez una importancia en la oficina