LAS SALITRERAS: UNA PARTE DE LA HISTORIA

El norte grande de Chile es un lugar con mucha historia. Pedro de Valdivia, Diego de Almagro, la cultura atacameña, la Guerra del Pacifico, la captura del Huáscar, las primeras mineras de cobre (de dueños estadounidenses), la actual industria cuprífera, el Dakar Argentina-Chile, investigaciones de la NASA, San Pedro de Atacama (que es uno de los destinos turísticos más importantes de Chile)… Todas son personas, empresas, o hechos que han ocurrido en la Región de Antofagasta. Sin embargo, no podemos dejar de lado a las Salitreras que se desarrollaron en la primera y segunda región del país. A fines del siglo XIX y principios del XX, se desarrolló en la zona la industria del Salitre, que dicho en palabras simples, fue la industria más importante, más grande y más rentable que había existido jamás en Chile. De hecho, podemos decir que solamente ha sido superada por la actual industria del cobre. Gracias al Salitre en Chile se construyeron caminos, vías férreas, escuelas, cárceles, tranvías, museos, puertos, hospitales, etc. Ahora bien, aparte del progreso logrado, todo el periodo de las salitreras genera un sentimiento muy fuerte. La melancolía por esos años, el romanticismo de ese periodo, el orgullo de haber participado en esa industria… Son sentimientos que muchas personas llevan grabado a fuego en su sangre.

Las salitreras se ubicaban geográficamente desde la quebrada de Camarones hasta Tal Tal, y por lo general, en las cercanías de la costa. En total, podemos contabilizar unas 210 salitreras que funcionaron en distintos periodos, destacándose las oficinas de Pedro de Valdivia, María Elena, Santa Laura, Victoria y Humberstone, tomando en cuenta que María Elena aún está en funcionamiento. La actividad salitrera necesitó gran cantidad de mano de obra y familias enteras bolivianas, peruanas, chilenas y argentinas debieron traladarse a Tarapacá y Antofagasta. Los chilenos provenían de zonas rurales o del Norte Chico de Chile, donde habían tenido su primera experiencia en el trabajo minero. Estas personas, tuvieron hijos y nietos, quienes son los actuales herederos del legado de las salitreras, y que recuerdan con mucho cariño los años que vivieron en alguna de las salitreras del norte grande de Chile.